El expresidente Alejandro Toledo ha presentado como excusa para no ser repatriado al Perú, a fin de que sea enjuiciado por cobro de coimas, que las violentas protestas registradas en el país ponen en riesgo su integridad.
Ese y otros argumentos fueron entregados ayer a la Corte de California por su abogada pública Tamara Crepet.
“Las condiciones en Perú se han convertido considerablemente más peligrosas. La vacancia del presidente Pedro Castillo ha resultado en una prolongada declaración de estado de emergencia; la suspensión de derechos constitucionales y las violentas protestas, acompañadas de más violencia como respuesta de la Policía”, se lee en el documento suscrito por Crepet.
La defensa acotó también que debido a la edad del exmandatario (76 años) una eventual detención podría “dañar” su estado de salud.
“La edad del doctor Toledo, sus problemas de salud, las precarias condiciones carcelarias en Perú, y la inestabilidad política de ese país demuestran un irreparable daño específico para él”, agregó.
La abogada Crepet sostuvo que, si bien antes no existía ese riesgo, ese escenario es posible porque el gobierno de Estados Unidos aprobó la repatriación del exjefe de Estado.
Este jueves, la jueza Laurel Bauer programó para el lunes 27 de febrero la audiencia en la que evaluará el pedido de Toledo Manrique para mantener suspendida su repatriación.