No sabemos qué es lo que esperan la presidenta Dina Boluarte y el Congreso para poner fin a su mandato. Tras oponerse al adelanto de las elecciones para el 2023 y en medio de nuevos escándalos, el Congreso de la República llegó en febrero al más alto porcentaje de desaprobación desde que iniciaron su mandato: un 90% de los peruanos rechaza el desempeño de los legisladores y apenas el 6%, seguramente la cifra más baja de la historia, respalda su trabajo, según la última encuesta del Instituto de Estudios Peruanos (IEP), elaborada para La República.
El rechazo a los congresistas es mayor en el sur, donde el 95% de los peruanos los desaprueba y apenas un 3% les da su respaldo.
La encuesta fue realizada del 18 al 22 de febrero. Es decir, luego de culminada la legislatura, sin la aprobación del adelanto de elecciones. Por estos días también se hizo pública la denuncia sobre los costosos buffets, además de otras gollerías.
El rechazo también es alto para la mandataria Dina Boluarte. Si en la segunda quincena de enero tenía un apoyo de apenas 17%, la cifra bajó a un 15%. En tanto, el rechazo subió en un punto, de 76% a 77%.
En el caso de Dina Boluarte, el rechazo también es mayor en la macrorregión del sur. Un 86% desaprueba su gestión y solo un 7% la apoya. Un apoyo escuálido, muy similar al Congreso.
Con estos resultados, sería una tozudez que, tanto Dina Boluarte como los congresistas, sigan gobernando el país. Prácticamente nadie los quiere ni un minuto más en el manejo del país.
El vocero de la Coalición Ciudadana, Álvaro Henzler, advierte un fenómeno de ceguera por parte del Gobierno y el Congreso, que aparentan una fortaleza institucional, cuando, en la realidad, reportan los más altos niveles de rechazo ciudadano.
“Estamos en una democracia cada vez más insostenible. Estamos ya en una especie de escombros institucionales, con el reciente fallo del TC, el uso desproporcionado de la fuerza en las protestas y la aprobación de contrarreformas, como en el caso de la Sunedu; y casi no vemos ninguna salida”, alerta.
La ciudadanía exige un adelanto de elecciones que no se da porque tanto Dina Boluarte, como los congresistas se aferran con uñas y dientes a sus cargos. Según la encuesta del IEP el 69% de los peruanos insiste en que estas deben desarrollarse en el presente año.
Existe un porcentaje menor de 19% de los peruanos que apoya las elecciones generales, pero para el año 2024. Si sumamos ambos porcentajes, el 88% de los ciudadanos que ya no quieren a Dina Boluarte ni al Congreso hasta el 2026.
Según el estudio del IEP, 51% de los peruanos considera además que al país le iría mejor con un adelanto de las elecciones.