En fallo emitido por unanimidad, el Segundo Juzgado Penal Colegiado Supraprovincial de Cajamarca, sentenció a cadena perpetua a padre que abusó sexualmente de su propia hija, una menor de tan solo 11 años edad al momento de los horrendos hechos. Además, la madre, quien sabía del abuso y no actuó para proteger a su hija, enfrentará 15 años de prisión efectiva. Esta conmovedora sentencia marca un importante paso hacia la justicia y la reflexión en nuestro país.
Los magistrados Daniel Holguín Morán (presidente), José Francisco León Izquierdo (ponente) y Ebelit Vásquez Sánchez han dictaminado que Edwin Willam Vásquez Tejada identificado con DNI 43802339, sea condenado a cadena perpetua por el delito de violación sexual, mientras que María Adelinda Suárez Hernández, identificada con DNI 45132997, cómplice por omisión impropia, enfrentará 15 años de pena privativa de libertad. Ambos son los padres biológicos de la víctima, quien sufrió abuso sexual y la madre, lamentablemente, no alzó su voz ni tomó medidas para protegerla.
Los hechos atroces, probados mediante el testimonio de la agraviada en cámara Gesell, conmocionaron al tribunal y a la sociedad peruana en su conjunto. La niña, en un acto de valentía, compartió su doloroso testimonio, arrojando luz sobre la oscuridad que había vivido durante años.
La fiscal provincial de la Primera Fiscalía Provincial Penal de San Miguel, Sonia Jesús Silva Ñontol, presentó pruebas contundentes ante el Segundo Juzgado Penal Colegiado de Cajamarca. Durante el juicio, quedó demostrado que, en el mes de marzo de 2019, en la localidad de Santa Aurelia, distrito de Conchán, provincia de San Miguel, el acusado abusó sexualmente de su propia hija mientras la madre permanecía afuera de la habitación sin hacer nada para impedirlo.
Lo que agrava aún más esta terrible historia es que el padre también contagió a la víctima de enfermedades de transmisión sexual, incluido el VIH, dejando cicatrices físicas y emocionales imborrables en la vida de la niña.
Esta sentencia representa un llamado a la reflexión en nuestra sociedad, un recordatorio de la necesidad urgente de proteger a nuestros niños y niñas, de escuchar sus voces y actuar en su defensa. En un momento en que los casos de abuso sexual infantil han aumentado en nuestro país, debemos tomar medidas concretas para prevenir, denunciar y castigar estos actos atroces.
