El ministro del Interior, Juan José Santiváñez, ha respondido con ironía a las encuestas que reflejan su baja aceptación popular, afirmando que no se guía por estos indicadores y que su prioridad es garantizar la seguridad en el país. Durante un evento en La Libertad, en el que firmó convenios con el gobernador regional César Acuña Peralta, Santiváñez minimizó el impacto de su desaprobación y lanzó una frase que rápidamente se ha viralizado: “Mi suegra tampoco me quiere”.
El titular del Interior sostuvo que las encuestas son análisis subjetivos y que los resultados dependen en gran parte del contexto y del mercado. “No trabajo en base a encuestas. Mi función es reforzar la seguridad del país y ese es el compromiso que mantengo con la ciudadanía”, declaró.
A pesar de su intento de restar importancia a estos estudios, las cifras muestran una realidad complicada para su gestión. En diciembre de 2024, su aprobación se encontraba en un escaso 4%, y aunque en la última encuesta de El Comercio ha subido al 12%, el respaldo sigue siendo considerablemente bajo. Este panorama refleja el descontento ciudadano en torno a la seguridad, uno de los problemas más urgentes en el país.
Durante su visita a La Libertad, Santiváñez también hizo referencia a la situación de violencia en la región, una de las más golpeadas por el crimen organizado y las extorsiones. Su presencia en la firma de convenios con César Acuña responde a la necesidad de reforzar la coordinación entre el Gobierno Central y las autoridades locales para frenar la ola delictiva.
Sin embargo, las críticas a su gestión continúan. La inseguridad sigue en aumento y muchos cuestionan la efectividad de las estrategias implementadas hasta el momento. Los ataques con explosivos, los asesinatos por sicariato y las extorsiones han convertido a regiones como La Libertad en focos de violencia, mientras la ciudadanía exige respuestas concretas.
Las declaraciones del ministro han generado diversas reacciones. Mientras algunos las interpretan como un intento de desdramatizar la situación, otros consideran que reflejan una actitud indiferente ante la crisis de seguridad. En redes sociales, su frase ha sido ampliamente comentada y criticada, con usuarios señalando que la seguridad ciudadana no es un tema para tomar a la ligera.